¿Cuál es la diferencia entre activos riesgosos y activos libres de riesgo?
Es importante comprender la distinción entre activos riesgosos y libres de riesgo al invertir. Los activos de riesgo son inversiones que tienen un alto nivel de volatilidad, lo que significa que su valor puede fluctuar significativamente en un corto período de tiempo. Por el contrario, los activos libres de riesgo son inversiones que se consideran seguras y estables porque no presentan una volatilidad significativa.
Los activos de riesgo pueden incluir acciones, bonos corporativos, materias primas y divisas. Estas inversiones pueden ofrecer altos rendimientos, pero también conllevan un riesgo de pérdida de capital. Por ejemplo, las acciones pueden experimentar subidas y bajadas importantes según las condiciones del mercado y el desempeño de la empresa. Asimismo, los bonos corporativos pueden volverse menos rentables si la empresa experimenta dificultades financieras.
Los activos libres de riesgo, por otra parte, suelen ser inversiones estables pero de bajo rendimiento, como los bonos gubernamentales y las cuentas de ahorro. Los bonos gubernamentales se consideran seguros porque son emitidos por gobiernos y tienen un riesgo de incumplimiento relativamente bajo. Las cuentas de ahorro, por otro lado, ofrecen una garantía de capital y un rendimiento fijo, pero los rendimientos son generalmente más bajos que los de los activos de riesgo.
Cuando los mercados financieros experimentan un período de incertidumbre y volatilidad, a menudo hay una rotación de inversores hacia activos libres de riesgo, en lo que se conoce como “aversión al riesgo”. Los inversores buscan proteger su capital y minimizar su exposición a inversiones riesgosas. Por otro lado, cuando hay confianza y optimismo en los mercados, los inversores tienden a buscar mayores rentabilidades invirtiendo en activos de riesgo, en lo que se denomina “risk-on”.
En conclusión, la principal diferencia entre activos de riesgo y activos libres de riesgo es su nivel de volatilidad y rentabilidad. Los activos riesgosos ofrecen rendimientos potencialmente altos pero también conllevan un riesgo de pérdida de capital, mientras que los activos libres de riesgo se consideran seguros pero ofrecen rendimientos más bajos. Los inversores deberían considerar esta distinción al construir su cartera de inversiones.